Este año se observa por primera vez, luego de un ciclo de constantes caídas de las exportaciones, una leve recuperación de los embarques de peras y manzanas. Pero la situación de las empresas es diversa, algunas pudieron aprovechar la mejora, mientras que otras continúan en una situación muy delicada.
Las sucesivas crisis han afectado seriamente a la producción de frutas de pepita del Valle de Rio Negro. Son muchos los factores que han llevado a la situación actual. También son muchos los responsables. El famoso costo argentino continúa quitándole competitividad a la región.
Temporada 2018
Pero este año hubo una pequeña luz de esperanza. La misma se dio gracias a que los mercados de ultramar demandaron más frutas de pepita, ante las fuertes mermas que habían sufrido en sus producciones locales. Por otro lado en el contexto nacional también se dieron algunas mejoras, siendo la más marcada la devaluación del peso. Desde principio del año el peso cayó más del 50%.
Esto es una gran ayuda a que mejoren los resultados de la exportación. A esto se sumaron algunas mejoras menores, sea de infraestructura, estructura de costos, etc; los cuales en su conjunto ayudan a que la campaña cierre con mejores números.
Por primera vez, luego de muchos años de constantes caídas de las exportaciones, las mismas se recuperaron y se ubicaron por encima de los del año previo. En caso de las peras las exportaciones del primer semestre del 2018 se ubicaron nuevamente en los niveles del 2016 y en manzanas incluso se alcanzó al 2015. Esto es un logro muy pequeño, si se lo compara con los niveles de exportaciones de hace unos 5 a 10 años. Aún se está muy lejos de estos volúmenes. Pero está la esperanza que el 2018 sea un año de inflexión y que la fuerte tendencia negativa de las exportaciones por fin finalice. Con recuperar solo una parte de lo perdido, es una primera luz verde en nefasto ciclo que se inició hace muchos años.
Destinos 2018
La recuperación se dio para todos los destinos, con solo algunas excepciones, como los envíos de manzanas a Norteamérica. El mayor aumento con respecto al 2017 y 2016, se dio en los envíos a Rusia. Este país había sido en algún momento el principal comprador de nuestras frutas, pero luego nuestros crecientes costos y el surgimiento de competidores más competitivos, redujo sucesivamente nuestros envíos. Este año se logró ubicar nuevamente mayores volúmenes. En caso de pera se ubicaron más de 80.000 toneladas, lo que significó un 25% más que en los años previos.
En caso de manzanas fueron casi 20.000 toneladas, el doble que en otros años.
También Europa compró más. En especial de manzanas. Esto se debió a una situación circunstancial, debido a la merma histórica que registró la cosecha local. En peras la situación se presenta complicada y los envíos se ubicaron entremedios de los dos últimos años. De las históricas 100.000 toneladas, pasamos a casi la mitad de ese volumen.
Brasil compró en los primeros meses volúmenes de peras similares a los de los últimos dos años.
En caso de manzanas fueron entremedios de los dos últimos años, dependiendo la magnitud de los envíos más bien de la cosecha local y la competencia por parte de Chile.
Los otros países latinoamericanos compraron más peras argentinas; mientras que de manzanas adquirieron volúmenes ligeramente menores a lo habitual.
Empresas 2018
A pesar de la mejora que se observó en la exportación, la situación de las empresas continúa siendo delicada. Aún no se puede hablar de un saneamiento. Al igual de lo que se observó en la campaña anterior, en general a las empresas grandes les cuesta más la recuperación al contar con una estructura más grande y ser menos flexibles a los cambios. Son las empresas medianas que muestran una mejor recuperación y las que pudieron aprovechar más las mejores circunstancias de la actual campaña.
PFT – Patagonia Fruit Trade: desde la desaparición de Expofrut, se ubica en el primer lugar no solo como exportadora de fruta de pepita, sino también como exportadora de fruta fresca en general.
Este lugar lo logró gracias a su estructura más flexible y de menores costos, que su gran rival Expofrut. Cuenta con un muy buen equipo de venta, fuerte presencia en la mayoría de los mercados externos a los que acuda Argentina y amplia oferta. Su fuerte son las peras, seguido por manzanas; pero también comercializa uvas y kiwis. En forma temprana se inició en el comercio de fruta orgánica, sector en el cual Argentina lidera en los mercados del norte. Por ahora prácticamente no tiene presencia en el mercado local, dado que siempre se focalizó en la exportación. A pesar de estas fortalezas, también sufrió bajo las constantes crisis, lo que se refleja en la reducción del volumen exportado. De las 80.000 toneladas exportadas hace unos años, pasó casi a la mitad. También en lo que va de la campaña actual se estima que sus exportaciones no
superarán las 45.000 toneladas.
PAI – Productores Argentinos Integrados: al igual que en la campaña anterior, es de las grandes empresas la que más se está manteniendo. Hace varios años está exportando entre 37.000 a 40.000 toneladas. La reducción de los embarques que se ha dado en las otras grandes empresas, no se ha dado acá. Esto se debe probablemente a que se trata de un consorcio de exportación integrado por 12 firmas empacadoras de Alto Valle de Rio Negro y Neuquén, quienes a su vez nuclean a más de 280 pequeños y medianos productores. Las empresas se asocian para la exportación a ultramar. Las ventas a los países vecinos, así como al mercado local, lo enfrenta cada miembro en forma independiente. Dentro de las empresas asociadas hay varias que han apostado
fuertemente a la producción orgánica, siendo PAI otra exportadora fuerte en esta área.
Moño Azul: es una de las empresas más tradicionales del Valle de Rio Negro. Fue fundada hace más de 60 años por varias familias, inmigrantes de Italia. Desde su fundación se ubicó como una de las principales productoras y comercializadoras. La empresa adquirió un buen nombre en los mercados externos, pero su mayor logro fue afianzarse como la marca de fruta más conocida dentro del mercado local. Ninguna otra empresa, a pesar de los diversos esfuerzos realizados, logró tal mérito. Hasta hoy la mayoría de los consumidores argentinos nombran espontáneamente a Moño Azul al ser preguntado por una marca de fruta y desconociendo prácticamente a otras. Es
considerada por los minoristas como fruta Premium. A pesar de contar con esta gran fortaleza, la empresa también sufrió fuertemente bajo los vaivenes de la economía argentina. Hace 10 años las familias fundadoras la vendieron a un consorcio italiano. Pero los nuevos dueños no han tenido mayor suerte, y no pudieron lidiar con las crisis y dificultades planteadas. Hoy Moño Azul está en
una situación económica y financiera muy delicada. Esto llevó a una reducción de sus actividades y a los volúmenes comercializados. Por otro lado circulan en el Valle fuertes rumores de una posible venta o asociación a otra empresa.
Expofrut: el ex gigante continúa con problemas y achicándose. Durante 10 años fue el principal exportador de frutas de Argentina, exportando 100-180.000 toneladas, lo que representó el 10-18% del total exportado por nuestro país. Pero su gran estructura, enormes costos, ineficiencias operativos llevaron a que se venda gran parte del patrimonio. Hoy solo opera como una empresa mediana, exportando en la actual campaña alrededor de 5.000 toneladas.
Ecofrut, Cosur, Tres Ases, Kleppe, Cervi: son de las empresas medianas, en general de origen familiar. También sufrieron bajo las diversas crisis, aunque varias pudieron recuperarse más rápido que las grandes. Hoy se ubican en los primeros lugares, luego de las 3 primeras (PFT, PAI, Moño Azul), exportando en lo que va de la campaña entre 10-15.000 toneladas.