Newsletter 107 – 10.12.2020
Análisis de la campaña austral 2020
La palta es una de las frutas más exitosas de los últimos años gracias a que ganó gran popularidad. Es una fruta que “está de moda”. De ser considerada exótica con un consumo esporádico, pasó a ser una fruta de compra habitual. Este logro se basó en: ofrecerla durante todo el año, introducir la variedad Hass de mejor calidad culinaria que las anteriores, precios competitivos y campañas promocionales.
La palta está muy asociada a Méjico, lugar de origen y producto incorporado a las tradiciones y comidas de este país. Una de cada 3 paltas del mundo es mejicana. Su producción es enorme y a pesar de esto, sigue creciendo a pasos agigantados. La “fiebre del oro verde” también contagió a otros países que expandieron fuertemente su cultivo y comercio. Tal es el caso de Perú, la República Dominicana, Colombia y en menor grado Chile y EE. UU.
La oferta mundial aumentó marcadamente durante los últimos años. Gracias a que este crecimiento vino asociado al aumento de su popularidad, este plus encontró en general suficiente salida. La ley del mercado; que a medida que aumenta la oferta, caen los precios; no se cumplió en las paltas. Durante los últimos años los atractivos precios se mantuvieron. Pero el 2020 mostró que este oro no siempre brilla. Fue un año complicado. Por un lado, hubo un fuerte aumento de oferta. Tanto Perú, como Sudáfrica venían de un año de baja, recuperándose fuertemente en el 2020, como es habitual en esta especie. A esto se suma la expansión de superficie y del comercio, que, en algunos casos, como Colombia o Kenia, es marcada. Solo Chile registró una baja, producto de la falta de agua que afecta especialmente a los cultivos de paltas.
El gran volumen de este año se volcó principalmente al mercado europeo. La Unión Europea es por lejos el principal destino de los países australes, recibiendo el 60-75% de las exportaciones. Por lo tanto, el viejo continente recibió un aluvión de paltas, las cuales encontraron un mercado alterado por la pandemia. Las ventas a través de los supermercados se dispararon. El incremento se debió, por un lado, a que la pandemia llevó a que se revalorizara la comida saludable y la palta tiene esta imagen. Años de campañas publicitaras dieron sus frutos. A esto se sumó que las personas confinadas a sus hogares buscaban a través de la comida algún placer o compensación. Nuevamente la palta presenta la ventaja de ser considerado un producto que da placer. Como tercer factor positivo, fue la política de los supermercados, que realizaron durante toda la campaña promociones a precios muy atractivos para el comprador. Esto se dio principalmente en Alemania, donde el consumo de palta viene creciendo a mayor ritmo que en los restantes países europeos.
Pero la pandemia también tuvo su lado negativo. La venta a través de los canales alternativos se desplomó. En especial el sector Horeca prácticamente se paralizó. En la palta este canal comercial es sumamente importante y absorbe grandes volúmenes, en especial aquellos calibres y calidades que no son demandados por los supermercados. La caída de ventas en los canales alternativos solo pudo ser compensada parcialmente por las mayores ventas en los supermercados. Ante la falta de salida se acumularon stocks, principalmente de los tamaños chicos y calidades que no cumplen con las exigencias de las cadenas. Los precios se derrumbaron. Mercadería que no estaba asignada a programas de supermercados fue muy difícil de ubicar. Los bajos precios, inferiores a otros años, se generalizaron. Los magros resultados económicos de la actual campaña seguramente ensombrecen al éxito de la palta de los últimos años.
Para que la palta siga siendo el “oro verde” habrá que adaptar las estrategias comerciales, planificar y programar los envíos, ajustarse a lo que demanda el mercado y buscar una diversificación de los destinos.