Newsletter 125 – 10.11.2021
Las manzanas australes han conquistado a todos los mercados del norte y actualmente se comercializan las variedades tradicionales, como las bicoloreadas y las nuevas patentadas. Pero dentro de esta diversidad el éxito se centra principalmente en un grupo, que es el de las Galas, así como en una región, que es la del Lejano Oriente.
Países: Chile es el tercer exportador mundial de manzanas, siendo superado únicamente por China y los EEUU. Pero en los últimos años el sector de manzanas chileno sufrió problemas productivos y estructurales, reduciéndose su exportación. De exportar más de 800.000 tons, pasó a las 600-650.000 tons actuales. Esta disminución también se hizo notar en el balance del hemisferio sur. De aportar casi la mitad de las manzanas australes que se exportan, pasó a participar con 35%. También los otros países sudamericanos, aunque con participación muchísimo menor, sufrieron retracciones. Tanto Argentina y Brasil disponen de manzanas que por su calidad ó variedad ya no son demandadas por los grandes mercados del norte. A esto se suma una política nacional que frecuentemente no acompaña a la exportación y un mercado interno importante, que absorbe grandes volúmenes. En los últimos años el aporte de Argentina y Brasil dentro de las exportaciones australes no llegó al 10%.
Por otro lado los dos grandes ganadores en el mundo de la manzana, fueron Nueva Zelanda y Sudáfrica. Sus exportaciones crecieron un 30 a 40%. Gracias a esto participan actualmente con 22% (Nueva Zelanda) y 30% (Sudáfrica) del total exportado por el hemisferio sur.
Variedades: también en este caso contamos con variedades que avanzaron, otras retrocedieron, otras se mantuvieron estables. Dentro de las ganadoras se destacan claramente la Gala y en segundo lugar la Pink Lady. Es increíble como la Gala ha conquistado los mercados, siendo actualmente la manzana más exportada a Europa, Norteamérica y Asia. Estimamos que casi la mitad del comercio austral corresponde a esta variedad. En especial en Asia es muy popular. Aproximadamente 2/3 de las manzanas importadas por los países asiáticos, son Gala. En EEUU aporta el 50%, en Europa el 40%. Solo en Latinoamérica y aún más en África, su incidencia es menor.
La Pink Lady es una variedad que en pocos años conquistó al mundo. Los más entusiastas son los europeos, donde actualmente un tercio de las importaciones australes corresponden a la Pink Lady. También en otras regiones está encontrando adeptos, como es Latinoamérica o Norteamérica, pero su incidencia es aún reducida.
La Fuji gusta en algunos mercados, como son los EEUU y Asia. Hay una tendencia crecientes, aunque menos marcado que en las Gala o Pink Ladies.
En otras manzanas las expectativas de hace unos años no se cumplieron. Tal es el caso de la Braeburn. Esta encuentra un buen mercado en Europa, en especial en Alemania e Inglaterra, que hace años compran volúmenes importantes y estables. Fuera de estos países, es una manzana que no despierta entusiasmo y prácticamente no se la comercializa. Otro caso es la Cox Orange, que directamente desaparición de la oferta exportable.
Dentro de las variedades más tradicionales, se observa un retroceso de la Red Delicious. Esta es buscada por los países latinoamericanos que la aprecian por su dulzura. También se envían algunos volúmenes a Norteamérica. Pero su importancia se redujo sensiblemente. Las dos otras manzanas “viejas”, como es la Granny Smith y Golden Delicious, presentan una comercialización estable. La Granny, aunque con volúmenes acotados, mantiene su participación en los EEUU, Europa y algunos países asiáticos. Mientras que la Golden es muy buscada en África. Los volúmenes embarcados fuera del continente africano, son mínimos.
Destinos: a igual que en las otras frutas, el comercio del hemisferio sur se originó con los envíos a Europa. El objetivo era abastecer a Europa durante la contraestación. Pero el interés por la fruta austral se redujo y en algunos casos, como el de la manzana, esto fue muy marcado. El aumento de la producción propia y las mejoras en la conservación, llevó a que los europeos requieran cada vez menos manzanas importadas. Las 600.000 toneladas enviadas hace más de 10 años, se redujeron a las 350-400.000 tons actuales. Similar situación se está dando en los EEUU, donde también ante un aumento de la producción local, se reducen cada vez más las importaciones.
Por lo cual hoy la decisión de que variedad plantar depende en gran medida hacia donde se quiere exportar. Además los mercados clásicos son los que se están retrayendo, incrementándose la importancia de las regiones que antes se consideraban secundarias.