Newsletter 165 – 26.03.2024
Nuevamente finalizó una campaña favorable para la cereza austral. Esta fruta fina es complicada de producir y comercializar, por lo cual requiere de una gran cantidad de cuidados, previsiones ante situaciones inesperadas y una logística perfecta. Todo este esfuerzo es compensado por el éxito que está teniendo y los atractivos precios que se están pagando por ella. En primer lugar está China, país al cual se destina más del 90% de las cerezas australes. Los chinos están “locos por la cereza”, siendo para ellos el mayor símbolo de la felicidad, fortuna y prosperidad. En especial para el festejo del Año Nuevo se busca la cereza como presente. Esto lleva a que toda la estrategia comercial esté puesta para llegar con enormes volúmenes en los días previos al festejo. De 3 a 6 semanas previas al festejo sale desde Chile un barco tras otro, totalizando por semana unas 60.000 – 100.000 toneladas embarcadas. Esto es un enorme desafío logístico. Son semanas llenas de stress, al jugarse en las mismas el éxito de la campaña. Gracias a que todos los años se logran mejoras, sea con buques más rápidos, ampliando los puertos destinos o simplificando la burocracia, se logró sostener y mejorar este negocio. Este año ingresaron a China 380.000 tons de cerezas australes. Esto es un nuevo récord y supone la duplicación de los volúmenes en menos de 5 años. Por lo cual China sigue siendo el principal destino, el decisorio sobre la evolución del negocio del hemisferio sur.
Pero todos son conscientes de que es riesgoso depender de un solo mercado, por lo que se hacen esfuerzos para diversificarlos. Los volúmenes enviados a otros destinos son muy bajos si lo comparamos con la magnitud del comercio chino. El total exportado a todos los otros es un 10% de lo que se envía a China. Pero su importancia reside que son oportunidades para proveedores menores, se reduce la dependencia con China y en varios se presentan muy buenas posibilidades para crecer.
El segundo destino de las cerezas australes son los EEUU. En la campaña que acaba de finalizar recibió unas 17.000 tons. Lo que se busca es que los norteamericanos no solo la compren para las fiestas de fin de año, sino que la tengan en consideración como alternativa durante los meses del invierno, para lo cual se están realizando campañas publicitarias.
Otra región interesante y que muestra mucho potencial de crecimiento es el Lejano Oriente, centro y sudeste asiático. Países como Corea del Sur, Taiwán, Tailandia, Vietnam, Malasia o India están comprando crecientes volúmenes. Esto se debe a la influencia china y la gran cantidad de chinos que viven ahí. En estos países se busca posicionar a la cereza como fruta especial, un lujo que se regala para ocasiones especiales (ej. casamientos).
En Europa y Latinoamérica el avance es pausado. Por ahora la cereza es vista como fruta especial para las fiestas de fin de año. Fuera de ese momento, las ventas son mínimas, restringiéndose principalmente al sector HORECA.
Chile es el gran exportador. Los números muestran claramente su dominancia. 95% de las cerezas del hemisferio sur provienen de Chile. El 5% restante es provisto en primer lugar por Argentina, seguido por Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Argentina tuvo una muy buena campaña. Con una exportación de 7.200 tons logró un nuevo récord, ubicándose un 50% por encima de los años previos. Sus exportaciones son más diversificadas, teniendo menor dependencia de China. Además de Asia, envía sus cerezas a los EEUU y Europa. Australia y Nueva Zelanda aportan cada uno unas 3.000-5.000 tons por año. Su principal destino es el Lejano Oriente; China, Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong, Singapur, Malasia, Tailandia, Vietnam e India. Los aportes de Sudáfrica son acotados, menos de 1.000 toneladas por año, ante limitaciones agroclimáticas que tiene este cultivo en el sur de África.