Gracias a un estudio al consumidor del durazno en lata, encargado por la industria mendocina, se detectaron cuales son las posibles medidas que ayudarían a revertir la tendencia negativa del consumo de durazno en lata en Argentina.
No hay duda que el durazno es una de las principales industrias de la provincia de Mendoza. Los datos demuestran claramente su importancia:
– Argentina es el segundo productor de duraznos del hemisferio sur, detrás de Chile.
– Argentina es el sexto productor mundial de duraznos en lata
– 40% de la superficie de carozo de Mendoza es durazno industria
– 180.000 toneladas de duraznos se industrializan anualmente en Argentina
– 2/3 de los duraznos industrias se transforman en duraznos enlatados
Esta gran producción de duraznos en lata se envía principalmente al mercado interno. Hace varios años una proporción importante se exportaba, principalmente a Latinoamérica. Pero con las crisis de las economías regiones la exportación sufrió una fuerte retracción. Recién en los últimos 2-3 años se trata de recuperar parte del terreno perdido. Actualmente se exporta un 15%, consumiéndose el 85% restante localmente. Esto es posible gracias a que los argentinos son grandes consumidores de duraznos en lata. Pero en los últimos años se observó un deterioro de este mercado, cayendo la demanda sucesivamente. Esto preocupa al sector dado que pone en riesgo a una importante industria de la provincia.
Estudio del consumidor del Gran Buenos Aires
Se aprovechó el plan estratégico del durazno industria, para introducir el estudio del consumo del durazno en lata. Con este fin la provincia de Mendoza contrató a nuestra consultora para realizar una investigación del consumidor del Gran Buenos Aires.
A través de la técnica de los focus group se estudió a los consumidores de diferentes niveles socioeconómicos, edades y nivel de consumo. Eran muchos los puntos a ver, entre los que estaban:
– ¿Qué lugar ocupa el durazno en late en la alimentación?
– ¿Qué imagen se tiene del producto?
– ¿Motivos que llevan a la compra y consumo del producto?
– Características de la compra y del consumo
– Barreras y frenos para su consumo
– Alimentos que compiten con el durazno en lata
– Nuevas alternativas para ampliar su consumo
La investigación arrojó resultados interesantes y mostró posibilidades de renar la tendencia negativa de su demanda.
Puntos positivos
El durazno en lata está asociado íntimamente con algo dulce, sea por el durazno en sí o por su almíbar. Gustó a toda la población investigada. Esto es muy importante a recalcar, el durazno enlatado no tiene una barrera del sabor. ¡Gusta a prácticamente todos! Otra de sus grandes ventajas es su practicidad. Es un producto que se suele comprar para tener en “stock” y disponer de los mismos en los momentos de necesidad. Los hogares consultados suelen tener por lo menos una lata “por si a caso”. Estas situaciones pueden ser el deseo repentino de querer consumir algo dulce, recibir inesperadamente visitas o querer preparar un bizcochuelo, postre o daikiri a las diez de la noche, cuando los negocios ya están cerrados. Su versatilidad, facilidad de almacenamiento y amplia fecha de vencimiento lo hacen de un alimento ideal para tenerlo en la alacena. También es considerada un alimento relativamente económico, incluso para los sectores menos pudientes. Estos últimos aprovechan las ofertas de los supermercados. Resulta un alimento cuya venta es traccionada por las promociones, sea el 2×1, la segunda unidad al 70% u otra oferta. Por lo cual el precio no resulta una barrera para su adquisición.
Puntos negativos
Siendo un producto rico, económico y práctico, asombra que su venta y consumo registre una regresión. Nuestro estudio se centró en averiguar cuáles eran los frenos de consumo. Se detectaron varios que están relacionados principalmente a los cambios que se están dando en la alimentación y la percepción de la misma que está teniendo la población. Esto fue más marcado en los segmentos socioeconómicos más elevados. Es en estos sectores en los cuales se observa la mayor retracción del consumo. Mientras que en los grupos de menor nivel socioeconómico, el consumo de durazno en lata resulta todavía muy habitual y generalizado. Pero también en estos sectores hay que prevenir posibles cambios de actitud, dado que dentro de este grupo los más jóvenes empezaron a nombrar algunos de estos frenos.
Actualmente se busca una alimentación variada, sana, natural, con pocos o sin agregados de productos “químicos”. La población se interesa cada vez más en disponer de información del alimento; su origen, sus características, sus ingredientes, sus beneficios para la salud, su elaboración, etc. Esto entra en parte en conflicto con el durazno en lata. Este es considerado muy dulce, en especial el almíbar, con un alto contenido de azúcar. Actualmente la palabra “azúcar” no es bien vista. Esto se evidencia claramente en el esfuerzo que hacen las grandes empresas alimenticias para reducir o reemplazar al azúcar. Cabe aclarar que en caso del durazno en lata, el “light” no tuvo grandes éxitos, se prefiere reducir el consumo, antes de pasar a uno light.
Otro punto fundamental y gran freno del consumo, es que en la población está anclada la idea de que el durazno en lata se conserva a través de conservantes químicos adicionados. Estos son muy mal vistos, dado que se asocian a insalubre e incluso se los relaciona con ciertas enfermedades. No hay ni idea del real proceso que se hace a los duraznos para que estos se conserven por mucho tiempo. Para todas las personas investigadas el durazno se conservaba por conservantes químicos, ninguna nombró alguna otra posibilidad de conservación.
Por otro lado hay un tema con la lata como forma de presentación. La misma es vista como una forma vieja de conservar y ofrecer alimentos. El durazno en lata por lo tanto se asocia a la gente grande, los abuelos, a tiempos de antes, a las reuniones familiares que se solían hacer, etc. La lata ya no es popular entre la gente joven. Como postre el helado ha arrasado como postre ideal para todas las edades y todos niveles socioeconómico. Llevar una lata de durazno como postre, ya no es bien visto, principalmente en los segmentos de mejor nivel socioeconómico y los más jóvenes.
Desafios
Está ahora en el sector estudiar como revertir estos puntos negativos. Hay muchas posibilidades y no todas requieren granes erogaciones económicas. Lógicamente también surgieron otras alternativas para fomentar el consumo. Una es cambiar la presentación clásica de lata de 820 gramos. Por ejemplo latas de menor tamaño, para el consumo de 1-2 personas. Otra era cambiar la lata por otro envase, como podría ser un potecito tipo del de yogur. También la incorporación de un abre-fácil, podría ser una forma de facilitar su uso.
El estudio mostró muchos aspectos y puntos que se podrían aprovechar de este producto noble, para fidelizar al consumidor actual y encontrar nuevos oportunidades de compra y consumo.
En otros países se lograron cambios, sea en la presentación, en la comunicación con el público o en su imagen con lo cual se le dio al durazno en almíbar nuevas oportunidades y se inició el proceso de revertir la tendencia negativa de su consumo.